Snoezelen: es la unión de dos verbos en idioma holandés/neerlandés, snuffelen (explorar) y doezelen (relajarse), y resultado de una propuesta a finales de los años ’70 llevada a cabo por los terapeutas de dicha nacionalidad, Jan Hulsegge y Ad Verheul, del instituto de Hartenberg, centro dedicado a personas con demencia.La sala con que iniciaron el proyecto contó tan sólo con tinta mezclada con agua y proyectada en una pantalla, objetos táctiles, instrumentos musicales, ventilador, botellas de jabón perfumado y alimentos de distintos sabores.
Ese fue el inicio de las denominadas salas de estimulación multisensorial.
Poco a poco, la experiencia fue desarrollada en distintos países de Europa consiguiendo resultados positivos no sólo con deficientes mentales, sino con autistas, distintas discapacidades, enfermedades degenerativas como el Alzheimer e incluso, enfermedades que provocaban dolor de cualquier índole, ya que este tipo de espacios sensoriales conseguía atenuar el estrés de los pacientes, contribuyendo a su rápida recuperación funcional.
Las salas de estimulación multisensorial, entonces, son espacios habilitados para que las personas con algún tipo de discapacidad puedan interactuar con el medio a través de la estimulación de sus sentidos. Constan de diferentes espacios (visuales, olfativos,
comunicativos e interactivos, etc.) y tienen por fin estimular según las características específicas de cada sujeto.
En mi opinión, y evitando utilizar la palabra “integración” ya que en Terapia Ocupacional la propuesta de “Integración Sensorial” tiene otro fundamento y otra dinámica, la propia sala así equipada, constituye un espacio terapéutico controlado cuyo objetivo es experimentación significativa, la vivencia pautada de los sentidos y la mejora de la calidad de vida de todas aquellas personas con algún déficit físico o psíquico determinado.
Desde la psicomotricidad, las actividades a desarrollar en este tipo de ambientes, potencian cada canal sensitivo que ya son trabajados en cada sesión según sea el paciente y requiere igualmente de un ordenamiento y sistematicidad que nos acerca no sólo al concepto de estimulación, sino al de estimulación basal, concepto que abordaré en otro post.
En los espacios multisensoriales, la idea es favorecer la relajación, la normo-tonicidad o tonicidad ideal, la calma motora y mental, simplemente ajustando la iluminación, la atmósfera, los sonidos y las estructuras a las necesidades específicas de cada paciente.
Los materiales de una sala de estimulación multisensorial dependerán de las características de cada uno pero generalmente se las dota de camas de agua, piscinas de bolas, paneles táctiles, manojos de fibra óptica, tubo de burbujas y sectores, bien definidos, visuales, olfativos, gustativos, táctiles, auditivos, comunicativos e interactivos, y de relajación.
Material de consulta en la web: Aulas Multisensoriales en Ed. Esp. - Asociación Internacional de Snoezelen