Blog de Psicomotricidad, lenguajes expresivos, sensopercepción, tecnologías de ayuda a la inclusión, accesibilidad y diversidad funcional / discapacidad. Patricia Valenzuela, Psicomotricista.

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Psicomotricidad y Tecnología

En psicomotricidad, asociada a veces sólo con la educación física y los juegos con elementos, o sólo con el movimiento y el ritmo; entiendo que utilizar algunas herramientas tecnológicas como recurso dentro de una terapia lúdica como la nuestra, son pasos que cuidadosamente debemos ir dando, en busca siempre de una mejor calidad de vida, respetando las capacidades e intereses que trae el paciente.
La variedad de terapias utilizadas en los últimos años, son experiencias con mayor o menor éxito, que continúan ayudando en intervenciones psicomotrices y reeducación o rehabilitación de sujetos con todo tipo de patologías (neurológicas, mentales, etc.) Así, se consolidaron desde la danzaterapia, caninoterapia, delfinoterapia, tangozen, esferodinamia, abrazoterapia, etc.; y elementos estrictamente tecnológicos de ayuda, que fueron dando paso, en ocasiones, a la evolución rápida en la expresión, comunicación y calidad de movimientos de muchos de nuestros pacientes y alumnos.
Quiero referirme en esta oportunidad a las ayudas técnicas con las que contamos y que, en función nada menos que de los elementos de base de la psicomotricidad (esquema corporal, estructuración espacial y temporal, gesto, afectivomotricidad, lateralidad, equilibrio, coordinación, tono, relajación, imagen, postura, etc.), tenemos al alcance de nuestra tarea.
En el catálogo de ayudas técnicas del CEAPAT, se clasifica las ayudas técnicas en los siguientes grupos (ISO nivel 1):
- Ayudas para tratamiento médico personalizado: Ayudas destinadas a mejorar, controlar o mantener la condición médica de una persona; se excluyen ayudas usadas exclusivamente por profesionales sanitarios.
- Ayudas para el entrenamiento/aprendizaje de capacidades. Ayudas destinadas a mejorar las capacidades físicas, mentales y habilidades sociales.
- Ortesis y prótesis.
- Ayudas para el cuidado y la protección personales.
- Ayudas para la movilidad personal: Ortesis y prótesis.
- Ayudas para el transporte de mercancías.
- Ayudas para actividades domésticas.
- Mobiliario y adaptaciones para viviendas y otros inmuebles.
- Ayudas para la comunicación, la información y la señalización. Ayudas para la lectura, escritura, llamadas telefónicas y alarmas de seguridad incluidas.
- Ayudas para la manipulación de productos y bienes.
- Ayudas y equipo para mejorar el ambiente, maquinaria y herramientas.
- Mobiliario y adaptaciones para vivienda y otros inmuebles.
- Ayudas para el esparcimiento: Ayudas para juegos, pasatiempos, deportes y otras actividades de ocio.
Y ya en 1998, Basil realizó la siguiente clasificación:
a) Ayudas Técnicas básicas: instrumentos de fácil fabricación y bajo costo.
b) Ayudas mecánicas, eléctricas o electrónicas sencillas, de baja tecnología: instrumentos más complejos que los anteriores, pero aun así, de fácil manejo por parte de los usuarios.
c) Ayudas electrónicas complejas o de alta tecnología: son ayudas técnicas muy valiosas por las grandes posibilidades que ofrecen de cara a la comunicación, siempre y cuando se posean las adaptaciones pertinentes a cada usuario.
"En esencia las ayudas técnicas, en cada momento de su desarrollo histórico, han sido “tan solo” el lógico resultado de la aplicación los recursos tecnológicos disponibles a la solución de la problemática asociada a la discapacidad, formando para ello un “corpus científico” cada vez más altamente multidisciplinar que ha sido progresivamente identificado, en su totalidad o respecto a algunos de sus componentes más destacados, con muy diversos términos tales como: Prostética y Ortopédica, Ingeniería de la Rehabilitación, Ingeniería Biomédica Aplicada a la Discapacidad, Tecnología Asistiva…(Roca y otros, 2004). La utilización de los conceptos tecnología asistiva, tecnología de apoyo, tecnología de la rehabilitación o tecnología de ayuda, proceden del equivalente anglosajón (EE.UU.) Assistive Technology."  (Tecnoneet)
No está demás decir que algunas de las ayudas señaladas serán utilizadas solo por los T.O o por fonoaudiólogos, kinesiólogos o fisioterapeutas.
Pero también sabemos que en la actualidad, existe una gran variedad de juegos que permiten la ejecución de movimientos finos y gruesos, y la estrella en rehabilitación es la Wii Fit. 
De hecho:
Los entrenadores de atletismo están utilizando la Wii Fit como un método objetivo y práctico de evaluación de equilibrio de los atletas, un importante criterio para determinar la recuperación de la conmoción cerebral.
Durante el último año, las universidades de Maryland y Ohio State se asociaron para llevar a cabo la investigación sobre la fiabilidad de la Wii mediante ejercicios que permiten la interacción física entre jugadores y el juego.
El jefe entrenador de atletismo de Maryland, Darryl Conway, dijo que este será el tercer año que la universidad utiliza componentes del juego para llevar a cabo las pruebas de referencia de equilibrio.
Los defensores del uso de la consola como herramienta para examinar las conmociones cerebrales recibieron elogios por su simplicidad y accesibilidad, sin mencionar la popularidad que tiene entre los estudiantes-atletas. (Vanguardia)
En cuanto a softwares y ayudas para el lenguaje y la comunicación, también los hay, y merecen otros posts. Se me ocurre remarcar sobre los recursos como la Wii u otros, sin sobredimensionarlos ni subestimarlos, que pretender la práctica psicomotriz basada solo en elementos tecnológicos y fuera de un marco terapéutico, es como ir a un ciber a jugar en red con amigos. El encuadre lo seguimos dando nosotros, y somos nosotros quienes analizamos si amerita o no su utilización.

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