Lo verdaderamente constatable es que el ser humano constituye una realidad indiscutible, físicamente tangible. El nivel de evolución al que hasta ahora ha llegado su especie le permite utilizar sus posibilidades corporales (EL CEREBRO TAMBIÉN ES CUERPO) para crear, comunicarse, resolver problemas, percibir, tener sensaciones, relacionar, dudar, tener sentimientos, comprender, desear, creer, recordar, proyectar, organizar, sacar conclusiones, etc., además de para hacer, decir o manifestarse. En definitiva, creo que el ser humano constituye una unidad funcional (no una dualidad), que se caracteriza por la corporalidad, en donde se manifiestan procesos espontáneos o controlados por unas estructuras nerviosas que configuran una especie de puente de mando donde tienen cabida, fruto de la experiencia, la maduración y la propia integración, elementos de todo tipo, cognitivos, afectivos y conductuales. La historia del propio individuo, que recoge la de la especie, le llevaría a constituir ese núcleo personal donde podemos localizar su habitual forma de ser, de actuar y de resolver.De cualquier modo, en toda actividad humana (sea o no evidente) existe un comportamiento corporal. Obviamente, a la luz de lo expuesto, no podemos reducir el cuerpo a un conjunto de huesos, tendones, músculos, fibras y glándulas que funcionan de forma más o menos automática. Elementos corporales como las estructuras nerviosas y hormonales, por ejemplo, tienen un papel fundamental en los procesos de pensamiento, y en la vivencia del sentimiento. Y al contrario para integrar sensaciones y poner en marcha procesos de memoria, atención, deducción, comparación, deseo, temor, etc., hace falta poder contar con el funcionamiento coordinado de estructuras corporales. Si bien podemos considerar que existe algo en el ser humano que le hace distinto del resto de los animales, ¿su racionalidad?, ello no puede separarse de su condición corporal. El cuerpo humano, genética, estructural y funcionalmente correcto, con la adecuada estimulación ambiental, posibilita el logro de las habilidades cognitivas, comunicativas, afectivas y conductuales que le son propias. (Pedro Pablo Berruezo, en “EL CUERPO, EL DESARROLLO Y LA PSICOMOTRICIDAD”, PSICOMOTRICIDAD. Revista de Estudios y Experiencias. Nº 49, 1995. vol. 1, pp. 15-26)
Elegí empezar el post con este fragmento de P. Berruezo para continuar analizando la tarea del psicomotricista. Nos cansamos de observar en la web, cientos de videos donde la/el especialista en psicomotricidad, elabora circuitos con más o menos dificultades, -consistentes en subir escaleras, trepar sogas, rolar colchonetas, balancearse sobre grandes balones, etc.- cuyo ‘paciente’ debe "sortear", presentando éste alguna patología o ninguna. La idea es que -"como sea"-, por el solo hecho de "moverse", el niño/a se verá favorecido en sus capacidades y su vida de relación. ¿?
La mayoría de los textos sobre el tema, incluso el que cito más arriba, hace hincapié justamente, en la -innegable- relevancia del desarrollo psicomotor sólo en los niños/as. Como si una vez culminada las etapas de crecimiento, maduración y desarrollo, todos los aspectos psicomotores de cada sujeto se detuvieran.
Pocos o ninguno hablan sobre la psicomotricidad luego de la adolescencia o en el adulto jóven; pocos o ninguno, hablan sobre cómo se expresa, por ejemplo, el tono muscular (y la emoción, y en consecuencia la conducta), de una mujer u hombre, activa/o, sana/o, de 30 años aproximadamente, cuyas condiciones materiales y culturales de existencia están garantizadas al menos por las próximas tres décadas; cosa que no le ocurre a muchas personas en la actualidad.
Sin pretender meterme en terrenos que no me corresponden, cito al psicomotricista Ferreyra Monge en su texto sobre "Henri Wallon": “La génesis del gesto, como movimiento con significación y sentido surgido en los primeros vínculos; las sucesivas formas de toma conciencia y el rol del otro tanto en la conciencia de sí, como en las posibilidades y formas de expresión, constituyen elementos fundamentales que revelan la noción de lo psicomotor en Wallon.
El Yo y el Otro se construyen mutuamente. Partiendo de la indiferenciación y confusión inicial, el yo del niño se va individualizando progresivamente; por desdoblamiento yo-otro. Lo que indica un paso de la simbiosis a la bipolaridad: “el yo, pero también un satélite, el sub-yo o el otro”32. El otro internalizado o “Socius”, “el otro íntimo” o “fantasma del otro”, es el intermediario entre el yo y los otros.”
Y afirma más adelante: “La Psicomotricidad en Wallon, es un descubrimiento; es relación permanentemente actualizable, entre las condiciones físicas y psíquicas referido a sus condiciones de existencia, materiales y simbólicas, en una sociedad que en interacción con ella, determina al sujeto. Esta determinación es en sus formas de ser, de expresarse, comunicarse, de relacionarse con el mundo físico y de los demás.” Nada más completo y maravilloso aunque seguramente, para muchos, criticable.
Pero, profundicemos sin temores…: ¿psicomotricidad y sociología?
Para Bourdieu, “Lo social presenta una doble existencia: se expresa tanto en las estructuras objetivas (estructuras independientes de la conciencia y de la voluntad de los agentes individuales, grupales, clases o sectores) como en las subjetividades (esquemas de percepción, de pensamiento, de acción que constituyen socialmente nuestra subjetividad). Las estructuras objetivas tienen la capacidad de orientar y coaccionar las prácticas sociales y las representaciones que de las mismas se hacen los individuos o agentes sociales.El habitus, o esquema de percepciones y categorizaciones con que aprehendemos la realidad, es el producto de la coacción que ejercen las estructuras objetivas sobre la subjetividad. La constitución de los habitus está ligada a la posición ocupada por el agente en el espacio social o en los distintos campos en los que participa. El habitus es un conjunto de relaciones incorporadas a los agentes, el cual a su vez configura un sistema de relaciones con el campo. Por otro lado, el campo está constituido por una estructura de relaciones, es una construcción histórica y social. Las posiciones ocupadas por los distintos agentes en los campos tienen una dimensión histórica, es decir, son el producto de luchas históricas, que a su vez se hallan inscriptas en los cuerpos y son parte constitutiva del habitus de los agentes.” Cátedra de Psicopedagogía, UNLZ.
Habitus, para Pierre Bourdieu, es un concepto que permitiría entonces articular lo individual y lo social, las estructuras internas de la subjetividad y las estructuras objetivas que constituyen el ambiente, esto es: las llamadas condiciones materiales de la existencia.
Retomando, todo aquello que nos dice Bourdieu, nos ocurre a nosotros, todas y todos, no solo socialmente, sino psíquicamente, intelectualmente y corporalmente. Dependerá de dónde nos haya tocado en suerte “ser y estar”, para desarrollar tales o cuales enfoques y habilidades, y por supuesto, generar estratégicamente, modificaciones según variables donde también intervienen el conocimiento y el cuerpo como instrumentos de las mismas.
Con todo esto, pretendo decir, que los sujetos con trastornos mentales sin una base orgánica demostrable (ej.: neuróticos), los que tienen trastornos de conducta relacionados al consumo de sustancias, los adaptativos, los de inicio en la infancia, niñez o adolescencia, (todo el DSM4, y el 5 también), más los claramente afectados por lesiones neurológicas, metabólicas, etc. sin variación de sexo u edad, estamos real y potencialmente involucrados en universos donde la psicomotricidad cobra su dimensión bio-socio-psico-cultural, por ello, muchas veces, difícil de definir.
Si, como dice Boscaini, la Psicomotricidad se encuentra "en la encrucijada entre la acción y la representación" y su especificidad está en el hecho de que para ella el movimiento asume también una dimensión comunicativa, es también lenguaje por el cual el movimiento llega a ser acto psicomotor, expresión de una constante dinámica entre el cuerpo, sus funciones y la realidad externa en situación relacional"; vale entonces, considerar todas las etapas de la vida de un sujeto para que los psicomotricistas podamos intervenir desde la prevención, con terapia, con clínica o con reeducación.
Los progresos de la neurofisiología normal y patológica posibilitaron avances en la concepción de la motricidad. Nacimos de E. Dupré, de G. Heuyer, A. Collin, A. Gessell, A. Thomas, E., G. Guilmain, de H. Wallon, N. Otzeretsky, J. Piaget, Vigotsky, J. de Ajuriaguerra, S. Freud, J. Lacan, D.Winnicot, F. Doltó, J. Bergès, J. Le Boulch y por supuesto, de Acouturier, A. Lapierre y V. Da Fonseca entre otros grandes investigadores y pensadores.
Hoy en día, continuando por estos caminos, profundizando y poniéndose a 'tono' con los tiempos que corren, nuevos investigadores realizan estudios sobre gerontopsicomotricidad tendientes a mejorar la actividad perceptivo-motora del adulto y el anciano, con la idea de favorecer su capacidad relacional, evitar retrasar o neutralizar los procesos de retroceso psicomotor, la disminución de los hábitos motrices, el declive de las actividades cognitivas, el deterioro conceptual y perceptivo, los trastornos emocionales y afectivos por pérdidas de autoestima personal, etc. El profesor licenciado Juan Mila Demarchi, ha dado en diversos talleres, técnicas de intervención diagnósticas y terapéuticas psicomotrices en Adolescentes y Adultos que se utilizan actualmente en Francia, tanto a nivel comunitario como a nivel hospitalario.
La idea de una psicomotricidad que se actualiza es motivante y resulta un desafío para todos los profesionales, ya que, al no ser una ciencia exacta, por el contrario, con un gran contenido de subjetividad, nos vemos obligados a interpelarla continuamente. Abordar sujetos de todas las edades no está mal. Está mal quedarse sólo con las miradas antiguas e incompletas sobre la psicomotricidad, con miradas parciales, chiquitas y cortas.
Nos queda, en mi humilde opinión, seguir avanzando sin cerrarnos, poniéndonos enteramente al servicio de la persona que nos requiere. Delineando casi con precisión quirúrgica pero con gran flexibilidad cada intervención, teniendo en cuenta qué nos está pidiendo manifiestamente y entre líneas, tanto él como su grupo familiar.
La pelotita, el saltito, la trepa, el juego, la hamaca, el baile, el canto, el movimiento “porque sí”, con la esperanza de que con ello se modifique o mejore la conducta o la producción de un sujeto, es parte, casi, de un pensamiento místico y no científico. La realidad, es que con los mismos recursos y seguramente otros, lo que se precisa para intervenir por parte del profesional de la psicomotricidad, es la mirada global, unicista y dialéctica sobre el sujeto/paciente en su contexto familiar, social y por qué no, histórico.
Que la psicomotricidad "se actualice, es motivante y resulta un desafío para todos los profesionales, ya que, al no ser una ciencia exacta, por el contrario, con un gran contenido de subjetividad, nos vemos obligados a interpelarla continuamente" Puedo decir que una de las cosas que me gusta de mi profesión es esta.
Patricia leo tu blog a menudo, entro y busco tus post y cada uno de ellos no tiene desperdicio.
Muchas Gracias por compartirlos.
:-) Gracias a vos por muchas cosas:
- por pasar por aquí de vez en cuando,
- por compartir la misma pasión,
- por animarte a dejar un comentario (todavía no lo he hecho yo),
pero, sobre todo,
- gracias por el reconocimiento.
Honestamente, me gustó recibir en este post particularmente, el comentario tuyo.
Seguramente, hay que desglosar muchos párrafos y debatir sobre sus certezas; complementándolos o refutándolos en su totalidad.
Lo importante es el intercambio de ideas, pareceres y sentires entre nosotr@s.
Muchas gracias.
Boa tarde
Venho por este meio informar que estou a publicitar a vossa página web, uma vez que a considero bastante relevante, através do blog "Aqui vive-se PSICOMOTRICIDADE" (http://aquivivesepsicomotricidade.blogspot.com/), pelo qual sou responsável, na zona de Links.
Neste sentido, caso considere pertinente a divulgação de um qualquer tema nesta área ou áreas similares não hesite em contactar através deste mail.
Atenciosamente
Ana Catarina C. Marques
Un abrazo enorme Ana. Estamos en contacto. Tu blog es muy interesante :-)
ojala puedan contactarnos para mas informacion sobre discapacidad, actividad fisica y deporte gracias. Estela.. Mi correo: eperalta_creever@hotmail.com
Muy interesante el articulo, en general muy buena la informacion que se brinda en todo el blog, te felicito,
Saludos